Por un Peronismo sin fracturas
Lic. Raul E. Valobra
Recuerdo cuando desde el espacio de Máximo (Kirchner) tiempo atrás salieron a limarlo a Axel (Kicillof), yo escribí una pequeña reflexión repudiando esa actitud, no comparto la posición de quienes deben atacar públicamente a un compañero o compañera, para expresar un pensamiento distinto.
Entiendo que con declaraciones agraviantes o infamantes hacia alguien de nuestro partido se termina siendo funcional al enemigo político, más de lo que se pueda capitalizar y no hablo de expresar un alineamiento automático con la conducción, hablo de ser orgánicos y evitar los escándalos públicos.
Si alguien decide que es tiempo de encabezar su propio proyecto y lo hace de manera leal, es algo entendible que está contemplado dentro de cada habitante del territorio político, las aspiraciones deben acompañar a los dirigentes, superar el rol de funcionarios, militantes o de meros aplaudidores.
La semana pasada Cristina decidió la intervención de 4 partidos provinciales, Tolosa Paz, experta en derrotas electorales y hoy cercana a Axel, salió a cruzarla diciendo que estábamos ante “un fin de ciclo”, algo que nos habla de: su notable ingratitud, el descarado oportunismo y la escasa visión política.
Hoy, el Peronismo no necesita divisiones irreconciliables, los que trabajan en esa dirección, es mentira que lo hacen privilegiando las necesidades de la gente, solo luchan para saciar sus ambiciones personales, utilizando la estructura partidaria, se necesitan voces que sumen y dirigentes que escuchen.
Cada uno sabe la responsabilidad que le atañe en este tiempo -de complejidad inédita- y quien trabaje con otros intereses será juzgado por la historia, que jugar una interna no sea solo una aventura electoral que nos deje como resultado la euforia estéril de los ganadores y la traición de los derrotados.
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