MIELI Y SU NOCHE OSCURA EN MORENO
Cuesta encontrar buceando en los anales de la Historia patria algo tan patético y grotesco como el acto de ayer en Moreno de LLA, con el prosaico cierre a cargo del mismísimo Milei, quien en persona se encargó de derrumbar cualquier expectativa de cordura que pudieran haber albergado los poquitos concurrentes.
La demencia discursiva del presidente da por tierra con cualquier análisis serio que uno pueda intentar, porque tras esa catarata de insultos reiterados, vacío de propuestas, carentes de argumentos, solo queda resonando en el aire su preocupación por ocultar el colosal hecho de corrupción de su hermana.
Por ello, recurre a las diatribas más básicas y elementales de su manual de odiador, saca a relucir su incapacidad discursiva, degradando la investidura que ostenta, con la incoherencia de querer conquistar a los bonaerenses, a los mismos que nos viene castigando con recortes y privaciones, desde que asumió la presidencia.
Detrás de esa arrogancia con la que simula ser un gladiador, existe un cobarde, misógino, homofóbico que adivina que su hora se aproxima y lanza un discurso desangelado que ya no engrupe, el hambre repta y avanza por las mismas calles de ese Moreno donde ayer Milei se presentó con un acting violento y espantoso.
De esos concurrentes, ni siquiera militantes de LLA, ya que se comprobó que la mayoría de ellos fueron barrabravas pagos de River y Platense, algunos a mitad del patético espectáculo del orador, comenzaron a exteriorizar su disgusto con la estafa electoral que resulta ser Milei junto a toda ese runfla de corruptos.
Salta, grita, agita, insulta, como un enajenado mental que sueltan sin medicación sobre el escenario y allí expresa libremente su desvarío, el resentimiento sustancial contra todo lo distinto y arrastrando al país a vivir su peor tragedia, no hay propuestas en su alocución, solo hay espacio para el odio en su locura.
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